Estamos agradecidos del Señor que nos llamó a anunciar sus Buenas Nuevas de Salvación por el mundo. Habiendo empezado en África luego por Europa, Asia, América y Oriente Medio.
Dios ha sido fiel con su servidor, cuando me llamó nunca me imaginé que El me llevaría a tantos lugares para llevar el mensaje de salvación a tantas culturas, lenguas y naciones. A El sea la Gloria por los siglos de los siglos. Esta vez me encuentro en el Ecuador ministrando a los ecuatorianos y en particular a los indios.
La palabra predicada bajo la Unción del Espíritu Santo siempre producirá los mismos efectos no importando la cultura o nacionalidad. Aquí en Ecuador, las almas han sido salvadas, las cadenas han sido rotas y los ojos de los asistentes se convirtieron en fuentes por contrición que El Espíritu Santo produjo en cada oyente. Toda la Gloria y la honra para nuestro Dios.
Yo sé que muy pronto cuando venga mi Amo, El León de la Tribu de Juda, El Codero de Dios, El Reyes de reyes y Señor de Señores me recompensará.
Sigan orando para que sigamos haciendo la diferencia en un mundo confuso y en medio de una iglesia ensimismada y contensiosa. Seamos sobrios, sabios y maduros. Dios les bendiga.
Desde Ecuador,
Pastor Antonio Mansogo